Si te hablan de ejercicios de suelo pélvico casi siempre surgirá este nombre: Kegel.
El Dr. Arnold Kegel los ideó con el objetivo de fortalecer la musculatura del suelo pélvico y tener un método de control de la incontinencia urinaria.
Se utilizan, también, para tratar de incontinencia de gases y fecal, mejorar la vascularización o lubrificación de la zona perineal, mejora de sensaciones en las relaciones eróticas y tras o previa cirugía de próstata para fortalecer la zona.
También los utilizamos con el objetivo de mejorar la propiocepción de tu suelo pélvico, esto quiere decir que aparte de integrar esta zona en nuestro esquema corporal nos ayuda a sentir estos músculos y su posición en el espacio. Por ejemplo, hay personas que saben dónde está situada la zona perineal pero no saben diferenciar si la contraen o relajan ¿a ti te pasa?
Si haces una búsqueda básica sobre ejercicios de suelo pélvico verás un gran número de artículos de todo tipo resaltando su necesidad y, cada vez más, sus contraindicaciones.
El objetivo de este post es transmitir que los ejercicios de Kegel no son la panacea, son una opción más dentro de la caja de herramientas de varios profesionales, entre ellas, fisioterapeutas de suelo pélvico. Y, en muchos casos, no son necesarios e incluso pueden resultar contraproducentes.
Es necesaria una valoración individual de tu caso en particular, tanto para optimizar tiempos de tratamiento, como para que os resulte fácil el colaborar en ese logro de objetivos por los que se acude a consulta de fisioterapia.
Por otra parte, una valoración y tratamiento personalizado, os ayuda a autoconoceros e integrar el suelo pélvico en el esquema corporal y en vuestro plan de cuidados.
Hacer 500 contracciones diarias (como se llega a oír en algunas ocasiones) puede llevar incluso a que desarrolles una patología catalogada como dispareunia de Kegel [1], lo que supone que en las relaciones eróticas con penetración notáis dolor, molestias o sensaciones desagradables –ya sea penetración vaginal o anal- . A veces se puede llegar a desarrollar vaginismo. Con tratamiento estas dificultades son solventables, pero el objetivo es que no se llegue a ello, no necesitamos tener vaginas culturistas.
La intención no es generar alarma ni miedo pero en esta época en la que la tonificación muscular está tan en auge es necesario poner límites para no encontrarnos mal.
Somos pesados, es evidente, y por ello volvemos a resaltar dos puntos:
- La implicación de una/un profesional que adecúe el tratamiento a ti.
- La importancia de saber contraer y saber relajar.
La salud de la musculatura de suelo pélvico (20%) viene porque se encuentre en buen estado, esto es: tanto que se contraiga como que se relaje con fluidez. El suelo pélvico está formado por musculatura, fascias, ligamentos, tendones y estructura ósea. Lo atraviesan además estructuras neurovasculares. El buscar vaginas o anos excesivamente tonificados no aporta nada en la salud de esta zona.
Es una zona que necesita tener un buen tono y fortaleza para una de sus funciones principales, el sustento de órganos. También, es imprescindible tener la elasticidad suficiente para que esté bien vascularizada; que todas las estructuras tengan un movimiento correcto; y, que disfrutes de una erótica que satisfactoria.
Esperamos que este post os haya dado pistas sobre para qué sirven estos ejercicios y para quién son. Cualquier duda os esperamos en los comentarios.
Actívate!
[1] Graziottin A. Female Sexual dysfunction. En: Bo K et al. Evidence-based Physical Therapy for the Pelvic Floor. Croydon: Elsevier; 2015. 243-257.
Sólo deciros Muchas Gracias por vuestra ayuda, espero seguir progresando.